Hoy día escuchamos muchas de las
dificultades que encuentran los padres para con sus hijos. Estas dificultades
se presentan en multitud de circunstancias y acontecimientos de la vida diaria
de los más pequeños.
Desde que los niños nacen
necesitan un control y un seguimiento que les ayude a alcanzar la seguridad
suficiente para afrontar de una forma normalizada su vida diaria.
Para alcanzar esta seguridad
comentada, los niños necesitan seguir una serie de rutinas. Estas rutinas están
relacionadas con los ámbitos principales que afectan al desarrollo de los
niños. Si se sigue una rutina con los niños se alcanzará un equilibrio del niño
en la mayoría de los ámbitos en los que se desarrolla.
El principal contexto en el que
se establecen estas rutinas es el colegio. Por ello, para que les pueda
resultar más fácil asimilar estas reglas es conveniente que las rutinas se
establezcan lo más pronto posible.
A partir de la cuarentena, los
niños comienzan a regular la alimentación aguantando más tiempo entre toma y
toma, este hecho se puede utilizar para comenzar a introducirle rutinas.
Cuando son algo más mayores
conviene regular dos hechos principales como son el sueño y la comida.
Con respecto al sueño, en la
medida de lo posible, debemos intentar acostarlos a la misma hora y que los
periodos de sueño incluidos durante la mañana y la siesta. A este tipo de
rutinas van unidas las de la comida, cuando se les introducen las papillas es
conveniente darles las comidas a la misma hora todos los días. Estas rutinas
favorecerán el control y seguridad por parte del niño.
Cuando son algo mayores y pasan
de la Escuela Infantil
al colegio conviene seguir con las rutinas, regularizando las comidas, las
horas de sueño, la hora del baño, etc…
Al llegar a la primaria, estas
pautas se complementan con los deberes y tareas para casa. Por supuesto,
establecer un tiempo diario a las tareas, ayudará a su integración y aceptación
de los estudios, así como a favorecer los buenos resultados académicos.
Podemos aprovechar los fines de
semana para saltar un poco la rutina, ya que tampoco es conveniente ser
demasiado estrictos.
La base de estas rutinas es el
horario, recordarles a la hora que tienen que comer, a la hora que se acuestan,
etc,…les ayuda a ubicarse temporal y espacialmente con su entorno.
Estos aspectos ayudarán a tener
mayor control de los más pequeños, con ello evitaremos rabietas por sueño,
rabietas por la comida, entre otros. Los niños deben saber en cada momento qué tienen que hacer y porqué.
Una estrategia muy cómoda para seguir las rutinas con los pequeños es el establecerle un horario y una agenda, si son pequeños con fotos, que les recuerde que actividades tienen, qué dias de la semana va al colegio,..
¡¡ SÍ SEÑOR, COMPLETAMENTE DE ACUERDO EN TODO !!. Eres una máquina. Felicidades.
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