Los que nos dedicamos al ámbito de la educación hemos podido comprobar el rápido aumento de términos como hiperactivos se y déficit de atención. Si bien es cierto que nos encontramos ante muchos casos con esa dificultad pero la pregunta es ¿si mi hijo es nervioso ya tiene hiperactividad.
Niños nerviosos e inquietos nos hemos encontrado siempre, pero no por ello tenemos que alarmarnos porque tengan hiperactividad o déficit de atención, simplemente son niños con mucha actividad o que se despistan mucho.
En estos aspectos les suelo comentar a los
padres las mismas palabras, no es tan importante el sacar un diagnóstico o
medicar al niño, como trabajar para que puedan controlar esa actividad o
mejorar la atención ante las diferentes actividades a las que se enfrenta en su
vida diaria.
Por supuesto es conveniente comentárselo a profesores o
especialistas, si consideran que la problemática hace difícil la vida familiar.
A continuación comento diversos aspectos que pueden ayudar a
controlar esa excesiva actividad:
1. Apuntarlos a un deporte para que puedan agotar energía. Practicar
un deporte 2 o 3 veces por semana les ayuda a desahogarse y relajarles cuando
terminan.
2. Llevar a cabo rutinas diarias. El hecho de llevar una rutina con
ellos ayuda a que se sientan más seguros y así se descontrolen menos.
3. Explicarles con antelación los eventos que se escapan de la rutina
diaria. Anticiparles lo que van a hacer en algún evento fuera de lo normal,
como puede ser un cumpleaños, el día de navidad, unas vacaciones,…
4. Darles órdenes sencillas y claras. Cuando les demos órdenes que
sean de manera clara y sencilla. Así como acordar con ellos una señal que le
avise que tiene que parar la actividad y no molesten al resto de amigos o
compañeros.
5. No comenzar una actividad hasta que no acabe la anterior. Si los
niños están haciendo alguna actividad, no empezar otra hasta que ésta esté
finalizada.
6. Dedicarles un tiempo al día para relajarlos. El final del día es
un momento muy adecuado para repasar con ellos lo que han hecho durante el día,
escuchar música tranquila o leerles un cuento.
Hasta aquí algunas premisas que pueden
ayudar a los más pequeños. Espero que os hayan resuelto algunas dudas, si no es
así, solo tenéis que preguntarme cualquier duda, ya que estaré a vuestra
disposición. Muchas gracias por leerme y feliz semana.
Esto lo comparto para que puedan leerlo mis amigos. Es muy interesante.
ResponderEliminar