domingo, 10 de noviembre de 2013

¿Tiene mi hijo dificultades en lenguaje oral?

Ya llevamos varios post en este blog pero aún no hemos referencia clara al lenguaje oral. En el ámbito de la logopedia se trabajan muchos aspectos relacionados con la comunicación, y en gran parte, la comunicación oral.

Antes de empezar a tratar distintos aspectos relacionados con las dificultades con el lenguaje oral, considero adecuado comentar los parámetros que debemos tener en cuenta antes de plantearnos si nuestros hijos pueden tener dificultades en su lenguaje oral, y que están muy desarrollados con la evolución normal del lenguaje oral de los más pequeños.

Muchos son los padres preocupados por saber si el desarrollo del lenguaje oral de su hijo es el correcto. Muchos nos preguntan cuál es la evolución normal y cuándo tienen que preocuparse y acudir a un especialista.


 No queremos olvidar la importancia de una detección temprana ante cualquier tipo de problema en la infancia y por supuesto el lenguaje oral. Por ello, a continuación, presentamos una serie de signos de alarma ante los que debemos acudir a un especialista ya sea el pediatra, un psicopedagogo/a, un psicólogo/a o logopeda. Una atención temprana puede ser esencial ya que la etapa de 0 a 6 años es en la que el cerebro posee más plasticidad y por tanto más capacidad de desarrollo.

Estos signos están extraídos de unas pautas de observación básicas ofrecidas por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Asociación de Diplomados Universitarios en Logopedia. Se considera que hay que solicitar ayuda a un especialista en los siguientes casos:

Desde el nacimiento a los 6 meses

·      No reacciona ante sonidos.
·      No establece contacto visual como base para sus comunicaciones.
·      No emite sonidos con intencionalidad comunicativa con el adulto.

Hacia los doce meses

·      No comprende instrucciones sencillas.
·      No dice “papá” y “mamá”.
·      No responde cuando le llaman por su nombre.

Hacia los dieciocho meses

·      No comprende instrucciones y frases sencillas.
·      No llama por su nombre a los objetos familiares.
·      Su vocabulario no se incrementa.
·      Deja de hablar.
·      Su lenguaje no continúa desarrollándose.
·      Muestra señales de deterioro.

Hacia los dos años

·      No comprende instrucciones complejas.
·      No dice su nombre.
·      No utiliza frases de dos o tres palabras. No combina dos palabras para formar oraciones cortas.
·      Sólo tiene palabras contadas,  a excepción de “papá” y “mamá”.
·      Su lenguaje es ininteligible (si no se le entiende al hablar).

Hacia los tres años

·      Continúa con un lenguaje ininteligible (especialmente para personas ajenas a familia y educadores)
·      Utiliza sólo unos pocos verbos pero no artículos ni adjetivos.
·      No emplea el plural.
·      No forma oraciones sencillas.
·      No utiliza preposiciones.
·      No formula preguntas.
·      No comprende relatos sencillos.

Hacia los cuatro años

·      Le resulta difícil iniciar una oración.
·      Repite sílabas o palabras.
·      Emplea oraciones cortas y no estructuradas.
·      Su forma de hablar no es siempre inteligible.
·      No puede relatar hechos sencillos y recientes.

Hacia los cinco años

·      Todavía no presenta una articulación adecuada.
·      No tiene un lenguaje muy parecido al del adulto.
·      No es capaz de contar un cuento.


 No debemos olvidar el hecho de, que aunque se presente uno de estos signos no tiene porqué conllevar un trastorno o dificultad grave, lo que sí nos ayuda a acudir a un especialista para prevenir cualquier problema.

Como ya os he comentado en otras ocasiones, si tenéis alguna duda específica y particular sólo tenéis que preguntarme a través del correo electrónico y estaré encantada en poder ayudaros en todo lo que esté en mi mano.

Referencias

- Desarrollo de Habilidades Lingüísticas (Módulo III Especialista en Audición y Lenguaje. UNED). Mercedes Sánchez Sáinz.


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